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“La poca tolerancia a la frustración es más de los padres que de los hijos”


¿Alguna vez te has impacientado o perturbado por el comportamiento de tus hijos? ¿Las tareas cotidianas, salir de casa para ir al colegio, hacer las tareas domésticas y pasar tiempo en familia, están plagadas de frustración y salidas de tono por ambas partes? Es fácil pensar que la culpa es de los hijos: son demasiado lentos, no escuchan lo suficiente o, en general, complican las cosas más de lo necesario. Por muy convincente que te pueda parecer esta explicación a primera vista, un análisis más detallado revela que a menudo no es así; la baja tolerancia a la frustración suele estar más arraigada en los padres que en nuestros queridos hijos.




¿Por qué lo padres se frustran con sus hijos?


Los m(p)adres pueden frustrarse a menudo con sus hijos, sobre todo cuando ven los mismos comportamientos una y otra vez. Es natural tener expectativas respecto a nuestros jóvenes y esperar que actúen de forma que reflejen respeto por sí mismos y por los demás. Cuando los niños no hacen lo que se les pide, puede ser increíblemente frustrante, sobre todo si el niño olvida o ignora continuamente las instrucciones. Aunque es perfectamente razonable que los m(p)adres quieran que su hijo se comporte de una determinada manera, es importante que recuerden que todo el mundo comete errores y sean conscientes de cómo sus reacciones pueden afectar al desarrollo de su hijo. Permitir al niño cierta autonomía dentro de unos límites aceptables contribuirá a reforzar el comportamiento positivo y a fomentar la confianza entre padres e hijos: lo último que desea cualquier padre es que su estatus de figura de autoridad se desvanezca.



¿En qué momentos del día puede aparecer esa frustración?


Normalmente sucede cuando las expectativas de las m(p)adres sobre los hijos no se cumplen o incluso son completamente lo contrario de lo que se pensaba de ellos.

Los detonantes de frustración pueden variar, según las familias y momentos del día.

Aquí hay una lista de los momentos más comunes donde los adultos se frustran en su día a día con hijos.

  • cuando sus niños lloran o no escuchan.

  • cuando sus hijos no dejan de discutir entre ellos e incluso en el momento de irse a la cama.

  • otros adultos se molestan cuando sus hijos no limpian lo que ensucian.

  • cuando los hijos quieren pasarse el día jugando a videojuegos o viendo la tele.

  • Por último, cuando tienen que recordar constantemente a sus hijos que hagan las cosas, entre otras.

Esta frustración aparece cuando se pone foco y se esperan cosas que no son. Esa lucha de realidad vs expectativa es demasiado distante. No se acepta realmente como es el hijo en ese momento, sino que se crea una imagen ideal de cómo queremos que sea.




Algunas claves prácticas para evitar la frustración con tus hijos.


1. No esperes que sean perfectos, nadie lo es.

Dale una vuelta y piensa como de inquieta o movida eras tú de pequeña. Aléjate de tu yo adulto y desde la distancia podrás quitarle peso al asunto.


2. Recordar que aún están aprendiendo y cometerán errores

Es básico entender que los niños tiene que recorrer su propio camino (fallar y cometer errores) . A veces, en post de ayudar, los adultos olvidamos que no tenemos que hacer el trabajo por ellos. Dejar de buscar atajos y dejar que los hijos caminen se propio camino es necesario para construir su identidad, autoestima y autonomía


3. Dales mucho amor.

Hay que ir desde el amor y no desde el EGO. Los padres, normalmente, quieren tener razón pero cuando se tienen hijo quizá hay que ser más práctico. You wanna be right or you wanna be rich? De ti depende tener razón o tener una vida plena. Si te frustras a menudo no es el hijo quien tiene que arreglarlo, eres tú que esperas demasiado. Pon delante la felicidad de tus hijos y podrás modificar la frustración por la calma. El trabajo es tuyo, no del niño. Asumir la responsabilidad puede ser un paso que te lleve al siguiente nivel.

4. Sé un buen modelo para ellos

Esta frase puede estar muy trillada pero es realmente importante que se incorpore en nuestro cerebro. Ya sea cuando gritas o te enfadas. O cuando sientes ira o rabia, tus hijos lo perciben. Eso puede conducir a una contención emocional y puede evitar que se expresen naturalmente por miedo a represalias. Muéstrale tu mejor versión para que él se exprese, se conozca y pueda mostrarse como realmente es.


5-¿Das muchas órdenes?

Finalmente, Si quieres que tu hijo tenga una autoestima alta. Deja de darle ordenes constantes y juzgar cada acto y paso que da. Eso puede mermar su auto imagen y perjudica percepción de quien realmente es o quiere. Exacto, no importa tanto lo que los demás esperan de él.

Si tu hijo o tú buscáis la aprobación externa, vais a estar estáis atrapados en el infinito de lo que "se supone". Es básico fomentar sus intereses, ayudarlo a conducir de mejor manera sus limitaciones y guiarlo cuando hayan obstáculos y nuevos retos.


6- Crea rutinas y normas conjuntas ¡Eso sí, a cumplirlas sistemáticamente!

Imagina que decidís en familia crear una nueva rutina: cada día a las 21h a la cama. Tiene sentido para un niño de 6/7 años y bien sabes que necesita unas 9h -10h de sueño reparador.

Haz que cualquier acción, sea un hábito y este se convierta en rutina. Ya verás que más pronto que tarde el niño te pedirá ir a la cama a las 21h.

Ceñirse a un sistema y automatizarlo puede ser una de las grandes claves para tener éxito en la crianza de los hijos. ¡Los niños adoran las rutinas!




Normalmente los niños con baja tolerancia a la frustración suelen tener m(p)adres con baja tolerancia a la frustración.

Si quieres ayudar a tus hijos a aprender a enfrentarse mejor a la frustración, puede ser una buena idea trabajar primero tu propia tolerancia a la frustración.

Si tú mismo abordas las situaciones cotidianas con calma y serenidad a tus hijos les resultará mucho más fácil aprender e imitar esos mismos comportamientos. Con un poco de esfuerzo y practica, puedes ayudar a tus hijos a desarrollar habilidades para desenvolver por la vida de manera exitosa.



*Por último, cosas que te interesan.

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