*Esto va de ti, no de tus hijos
 

Hablar en público y desnudarse a la vez, no es fácil.

(y menos cuando has estado toda tu infancia y adolescencia
 TAR-TA-TA-TA-MUDEANDO)



















¿Qué hace un Educador dando conferencias?
Mira, me ha dado ahí. Me apetece también relacionarme con adultos.


¿Y de qué hablas?
De las mariposas del Nepal y de su reproducción a través de la puesta de huevos.


Ahora en serio, ¿de qué hablas?
A ver, hablo de los niños, de la escuela, de la educación y de la infancia. Monto dinámicas en pequeños grupos, te doy la chapa y nos desnudamos emocionalmente. Eso hago.


¿Un momento, te desnudas en público?
Sí, me desnudo emocionalmente hablando. También hago otras cosas que ahora no te puedo contar.


¿Y de qué más hablas?
Hablo bastante, la verdad.  Hablo de mierdas, de traumas, de ser auténtico, de emociones,,, no sé.

También pregunto y escucho. Me gusta escuchar.

¡Ah sí! También me gusta provocar... sí. 

Soy un provocador. 
Me gusta accionar y despertar a tu niño interior (ese que está calladito, ese que no escuchas; ese que si estás atenta y consciente, a veces, te susurra por las noches).


¿Por qué debería contactarte si soy una escuela o una AMPA?
Te podría decir que soy el mejor del mundo, pero nos sería verdad.

Lo que sí que te voy a decir es que los maestros y familias salen de la sala sonriendo, con varias ideas en la cabeza  y con ganas de llevarlas a cabo. 

Me gusta inspirar. Eso pasa mucho, te ven, te copian, se quedan con un par de ideas y los siguientes días son mejores personas con sus peques.

Además de conectar más con ellos, también lo hacen con sus parejas, compis de curro y amigos. Y normalmente su paciencia aumenta; digamos que cambian su mirada y saben resolver conflictos desde otro lado.


















¿Y?
Pues que se dan cuenta que lo hacen lo mejor que saben con sus hijos y que a veces, cometen errores, chillan, se les va la olla y que los hijos son solo un espejo de sus mierdas.

De eso se dan cuenta.


¿Siempre dices tacos?
No. Casi nunca digo tacos, no me gusta decir tacos delante de los niños.


¿Y si soy una empresa seria y no tengo nada que ver con la educación ni los niños; por qué debería contratarte?
Precisamente por eso, porque no tengo nada que ver con el mundo corporativo. Seré sincero y no me cortaré un pelo. Me dan igual tus números, las estadísticas y tus ganancias, ¡la verdad!

Yo trabajo con el capital humano del futuro: los niños y por eso mismo me deberías contratar, porque tu y tus trabajadores podéis aprender mucho de ellos y si quieres que te vaya bien en tu negocio tienes que invertir en tu mayor capital: tus trabajadores.


¿Y nos hablarás como si tuviéramos 5 años?
No, os hablaré como si tuvieras 50 tacos y pelos en el pecho. Sin embargo, lo haré tan fácil que incluso un niño de 5 años lo pueda entender.


¿Te puedo hacer otra pregunta?
No.















Creo que ya van 3 años que soy Santa Claus para el festival de Navidad. O quizá 4.   No sé... da igual.  ¡Fliparías con las caras de los peques cuando me ven entrar por la puerta!
 

                                                                En fin...
                                  Aunque no lo parezca, soy un tipo serio.